jueves, 3 de julio de 2014

Rimas sobre tarimas. Eloisa Guerra. 2011.

Rimas sobre tarimas Octubre 2011 El propósito de este libro, no está tan claro. Puede reír o llorar, lo que más le venga en gana. Aunque probablemente usted corra, a comerse una banana. Esta obra es muy excelsa. Es como un péndulo, pero cómo prensa. Parece un librito boludo: No me lo diga o me hago un nudo. Parece un librito barato: Limpia excremento de pato. Parece un librito fácil: El Boni me dijo: “¡Sejí áci!” Parece un libro contento: Nunca lo ataré con tiento. No se acerque a la tristeza, Ría, aunque haya pobreza. Más vale danzar y cantar, Más vale reír y brincar. Manifiesto Nos, honorables ciudadanos de la Nación, Comemos ancianos por porción. No somos de la época de la Ilustración Pero nos gusta tu canción. Vecinos de poca suerte Padeceremos la muerte. Si supieran lo que tenemos en mente No respetarían de forma permanente. Remitente: Los sin dientes. Sólo si se aliña Cierta linda niña Bailó sin rapiña ¿Acuérdase del cajetilla Que lamió una estampilla? Estiró la masa Y se puso torcaza. Esta acción tuvo peso Subiéndome un bostezo. Al día siguiente, Contemplando el poniente, Me quedé sin dientes. Fue duro. Doblé en la esquina Y me clavé una espina. No me importan las modas: Toneladas de excremento Forman un memento. Jeroglíficos suicidas Se disipan en la huida. Llegarás a buen puerto Cuando te encuentren muerto. Y te irás con la niña Sólo si se aliña. Vivaldi Todos los veranos destrozo un piano. Destrozo, destrozo, Tragándome un carozo. Cuando el piano está listo, Ahí voy, y lo embisto. Si la niña baila La tormenta amaina. Espiamos por la mirilla Es una linda diablilla. Dormimos entre abrazos En el Mar de los Sargazos. Talento, trabajo y suerte, Van a contracorriente. Me esquivan sobre patines Cuando explotan los cojines. La vida me teme un poco, Creo estar volviéndome loco. Sí. Leí El Ser y la Nada Mientras cocinaba empanadas. Parece no alcanzó mucho: Sus hojas encienden mi pucho. En la feria de vanidades No quiero localidades. Pretendo un lugar oscuro. ¿Y qué? Me gustó más El Muro. Riéndome con Chaplin Disfruté mucho el spleen. Mas no tienta la tristeza ¡Andá a metete con esa! Me gusta mucho Teresa Le tocó genial empresa. Nunca te burles de Cristo, Derrotará al mal, insisto. Hay que ser un buen cristiano Nunca toca mejor Amo. Si gustas hacer el pícaro, Padecerás, como Ícaro. Yo rezo todas las noches Por si Dios me baja un coche. Parece no quiere ahora Pues me manejo en canoa. Leo la Biblia siempre La sostengo con mis dientes. Y cuando hago acrobacia Entro en guerra con Eurasia. En cuanto vi la corneja, A la derecha y a la izquierda, Quedé perpleja. “¡Oh, qué mal hado!”, Exclamé, Mientras devoraba un canapé. Conjunción adversativa O me voy a la deriva. Solía ser una serrana: Juro que no seré cana. Me gustaban los Bee Gees Antes de probar hachís. También me gusta Serrat Siempre y cuando baile tap. Es lindo esto de la música No hace falta ser muy lúcida. Se descuajeringan los omóplatos Me siento la Reina del Zócalo. Mis huesos sacan la cuenta De las veces que fui dada por muerta. Parece que la vida es así Cuántas veces me perdí. Di muchas vueltas en círculo Hasta se me tapó un ventrículo. Pero sirvió de aprendizaje Casi me convierto en paje. ¿Es lindo, tal cual es, el mundo? Tenga certeza, es inmundo. Pero no se me haga el sota: En vez de zapatos, lleve botas. Patee traseros de los grandes: Hay mucha gente con hambre. De mi certeza te inundo. Construyamos alegría Aquí y allá, día a día. Once upon a time Quise estudiar medicina Terminé en una cantina. Quise estudiar la guitarra Perseguí una mantarraya. Quise estudiar clarinete, Alguien me gritó: “Corréte”. Quise estudiar periodismo Me metí en el comunismo. Quise correr las mil yardas Me detuvieron con armas. Quise meterme de monja, El hábito quedó hecho lonjas. Quise estrujarme las sienes Y escribí un cuento sin enes. Mi vida es la frustración Que llueve como aluvión. A menos que quiera ser milico. Mejor ya está. Me callo el pico. -¡Oiga! ¿Tiene lapiceras? -¡Vaya, qué mala manera! -Quise ser bien espontánea. -La boquilla va con caña. -No se me haga el erudito. -Lo que usted diga me importa un pito. -¡Ahora el malhablado es usted! -Voy al baño. Tengo sed. -¡Me deja con la palabra en la boca! -Acéptelo, es lo que le toca. -Yo me voy a otro negocio. -¡Guarda! ¡Me agarra un soponcio! -¿Sabe? Me gustan sus pechos. -¡De pie! ¡Camine derecho! -¡Pero! ¿No ve que patino? -¡Silencio! ¡Mirando el camino! -Este trato es muy injusto. -¿Y usted, que me mira el busto? -Le miro lo que usted quiera. -Y yo, le pongo un enema. -¡Deténgase! ¡No me espante! -Entonces, no me haga desplantes. Sufro siempre de diarrea Cuando sube la marea. La tripa mucho se estruja El desecho tanto empuja. Hay que problema con esto Mi propia venganza orquesto. Fui a ver a un gran médico Me recetó polvo pédico. Consulté a una especialista Esa morena me crispa. También fui de un vidente Terminé siendo el cliente. Dicen, la marea no sube este año, Puede ser un sucio engaño. Arreglaré el inodoro Para que quede incoloro. -¡Diosito, mandáme plata! -Trabajá, como Samantha. -Pero trabajo no encuentro. -¡En un call, hasta yo entro! -Se sufre la explotación. -No es una gran nación. -¿Estás de acuerdo conmigo? -Sí. Y sufro contigo. Se me caen las pestañas Cuando pienso en una araña. Me gustan las garrapatas Mucho más que las urracas. También me encantan los perros, Sobre todo, si son cuerdos. Les temo mucho a los gatos, Siempre que puedo, los mato. ¡Qué lindos los pececitos! Mate, vino, cachorritos, Todo con un buen asado De cualquier bicho cazado. Pretensiones -Estudie filosofía y quizá pueda ser mía. -No, yo no quiero estudiar. Lo que yo quiero es amar. -El estudio es importante. Dudo podamos ser amantes. -Si se me hace el catedrático, yo me voy en aerostático. -¡Disculpe! ¡De veras la amo! ¡Me porté como un marrano! -Ahora estamos de acuerdo. Y si se acerca, lo muerdo. -Éstos, Zoilo, son tachos. -¡Tené cuidado! ¡Son chanchos! -¡Con razón están gorditos! -Los tengo cerca y tirito. -Se van para el matadero. -Son pájaros de mal agüero. -Siguen al sol naciente. -Pa’ mí, se van con el poniente. -¿Te dije que no tengo bazo? -Sos igual a mí, no hay caso. -También me falta el riñón. -¿Y yo? ¿Que tengo muñón? -De a ratos, camino sin piernas. -Me tumbaría en la hierba. -¿Y por qué no nos tumbamos? -Está bien. De paso, fumamos. La vida es triste para mí Choqué de frente y caí. Aunque puse mucho el cuerpo Mil veces terminé muerto. Me levanté y seguí adelante, No siempre de buen semblante. Pero yo no como vidrio Vivir no es asunto nimio. Sin embargo hay que respirar, Amar, soñar, vivir, crear. Quizá pronto haya buena cosa, Y quizá, también, sea graciosa. Miré mucho a ese muchacho, Aquel que se llama Cacho. En seguida le tiré onda Y me puse a bailar la conga. Bailaba, bailaba, Mientras lo miraba. Al rato, nos fuimos de la disco, Y en el carro, se puso arisco. Se portó bien con el caballo. A mí, en vez de flor, me dio un tallo. Cuando llegamos a casa Me rompió todas las tazas. En un ataque de furia Pensé en llamar a la curia. Nos casamos en invierno. Eso, es lo que yo no entiendo. Si el tipo es medio sotreta, No tiene cuerpo de atleta. Ni siquiera canta, no compone, Tampoco tiene cojones. ¡Qué le vi, decime Cristo! Cuando haya guerra me alisto. Cuando me paso el ungüento Arde lindo, no es un cuento. Y al aparecer la fiebre, Corro, cual veloz liebre. Lo vieron bañarse en aceite Menos mal, no era caliente. Lo vieron de pie en la esquina Recitando unos Carmina. Retozó junto a los niños, ¡Vamos, empaca tus armiños! Esa muchacha está loca: Se comió unas doce tortas. Las prefiere de vainilla Cuando en el campo se trilla. Decorándolas con nueces Le vienen duras las heces. Bañándolas en chocolate Se produce un buen dislate. Mucho adora el lemon pie, Devora que es un caray. Si le dan imperial ruso Su estómago queda obtuso. Y si hay torta de cannabis Se convierte en rara avis. Apareció la insensata Con una desiderata. Le dije, está bien, te escucho, Pero si me peleás, yo lucho. Me vino con cada historia, Rallaba una zanahoria. Decidí darla por muerta. Me fui, cerrando la puerta. A veces, la comodidad tienta, Pero el que es cómodo, revienta. Mejor trabajar con ahínco Para dar el mejor brinco. Parecíamos Plauto y Terencio Con este chico, Prudencio. Formábamos lindo trío Saliendo con ese tío. El día que mucho bebíamos Grandes hazañas hacíamos. Subíamos a una nube Sacudiéndonos la mugre. Piropeábamos a las bizcas En medio de la llovizna. Montábamos a las pulgas, Tiroteábamos las urnas. Pintábamos acuarelas Sin haber ido a la escuela. Divertido fue aquel tiempo Los bares hacían descuento. Tristeza da recordarlo, Es mejor hacer escarnio. -¿Se metió con esa tipa? -Sí, me parece rica. -¿Tiene muchas propiedades? -Tiene otras cualidades. -¿Sabe coser y bordar? -Lo que ella sabe es amar. -Pero, ¿hace la comida? -Trabaja como una hormiga. -Entonces, no es poca cosa. -Lo que sí, está medio loca. -¡Mi amigo, no le conviene! -Se tira desnuda en la nieve. -Yo, la dejaría ya. -¡Pero me siento incapaz! -Haga, en sumario, algo. -Venga, toquemos un tango. -Estoy nervioso, vecino. -Y bueno, tómese un tilo. -A ella le gustan las mujeres. -¡Conquístela, con sus poderes! -No creo que me haga caso. -¡Dele duro con un vaso! -No recurro a la violencia. -Siempre admiré su conciencia. -La veo pasar y me apeno. -Acérquele el cuerpo entero. -¿Le parece que funcione? -Si no, cántele canciones. -¿Y si me quedo en el molde? -Muévase, a lo mejor responde. -¡Usted me dio muchas ganas! -Vuele. Para eso tiene alas. -¿Y si termino en la villa? -¡Yo le rompo una costilla! -Mire que la clase media… -No, no me refiero a eso… -Este licuado está espeso. -Dígame, ¿ayer va con hache? -Creo que con intermedia. -Vaya. No ha leído Clelia. -¿Y por qué habría de leerla? -Porque es una historia hermosa. -¡Prefiero hacer una loza! -¡Es usted un despreciable! -No me importa, tengo cable. -¿No ama la literatura? -Siempre y cuando sea ruda. -¡Ah! Le gustará Capote. -Los colgaron del cogote. -Tiene muchas otras obras. -¿De ese tipo? No me asombra. -¿Sabe? Quería ser cantante. -Usted está hecho para el arte. -Es la vida, que me alcanza. -¿Le place una vuelta en balsa? -¡Quiero una ración más grande! -Amigo, lo veo con hambre. -La situación me desborda. -¿Tendrá tapada la aorta? -Tengo colon irritable Desde que me tragué un sable. -Eso no ha de ser tan severo, Hable con el carcelero. -Me tienta la libertad, Y navegar por la mar. -¡Ah! ¡Es linda la calle! Un camión y un barco caben. -¡Cuándo saldremos de acá! ¡Cómo extraño a Alibabá! -Yo, en esa, ya no me prendo, Desde que me falta un miembro. Frente al Juez -¡Quince años de bobería Y se le prohíbe la cacería! -Pero, mi Señoría, ¿Sabe? Esto es cosa mía. -Su acción afecta al pueblo entero, Indulgencia no concedo. -Míreme bien, soy buenito, Y fuerte como un torito. -¡A mí no me vengan con toros, Dejará al fin ese modo! -¿Podré saber qué le pasa? ¿Será que rompí su casa? -No me hable, estoy sensible, Desde que comí jengibre. -Pido una apelación, O me escapo en un avión. -¡Usted no va a ninguna parte! Yo sí. Me voy con mi amante. -¡Señoría, usted es casado! -Chau. Me bajo del estrado. Los años son como peces, Nadan, mientras tú tejes. Recuerdo mis años mozos Como un buen fruto sabroso. Mas la vejez no da miedo, Vivirla es lo que más quiero. Se puede tener experiencia Aunque no tengas la ciencia. La vida es la que da cátedra. Algunos, conocen su álgebra. Pido a Dios cuando lo necesito, Y Él, responde ligerito. Las nubes están en lo Alto, Al Cielo elevo mi canto. ¡Dancen, rían, beban, lloren! ¡La Gracia, el Mar, el Sol, los Dones! Epílogo. Este libro fue parido en medio de una separación amorosa, en medio de profundas discrepancias políticas e ideológicas con la izquierda. También, y es muy importante decirlo, en medio de una aguda crisis de desempleo (que no me afectaba solamente a mí, sino a una gruesa parte de la humanidad). Me había estado acordando mucho del Arcipreste de Hita y, además, había estado leyendo a Dugan, pero me parecía que había que darle una vuelta de tuerca. No quería sufrir más, no quería más pesimismo, no quería más nihilismo, aunque había tratado de salvar al mundo por medio de la revolución durante tres largos años, y me había terminado enterando de que el mundo no iba a cambiar. Sobre todo, me había enterado de que ningún partido político, ni de derecha ni de izquierda, ni del centro, iba a hacer NADA por el bienestar de las personas. Sólo cuidaban sus intereses, sus apariencias, su “ética”, su estructura, sus jerarquías. En definitiva, cuidaban “su quintita”, como cualquier buen vecino. Como pasa siempre con el humor, Rimas sobre tarimas deja ver muchas veces, partes oscuras de mi personalidad que no quisiera tener. Pero, sobre todo, esconde detrás de un halo de picardía, la violencia y el dolor de existir. “¿Para qué estamos vivos?”, se preguntaron muchos filósofos y no tanto. Esa verdad oculta, creo que habría que buscarla, según Dylan, “soplando en el viento”. Sin embargo, a veces, en el viento sopla mierda, opresión, resentimiento, venganza; qué sé yo, cosas horribles, que la humanidad toda, debería dejar atrás para trabajar por la paz y por tomar el control de sus propias vidas. ¡El control de nuestras propias vidas!, un sueño añorado por varias generaciones contraculturales: hippies, beatniks, punks, grunges, riot grrrls. Creo (no soy la única), que desde el Arcipreste de Hita, y aun antes, desde los Cármina Burana, se inició una enorme, intensa y rica tradición picaresca que tiene, para mí, ramificaciones que llegan hasta el siglo XXI, con libros como El pez dorado, y un fuerte anclaje, con respecto a temas y personajes, en la generación beat (con Burroughs y Kerouac a la cabeza) y, aunque en menor medida, en la generación perdida. El/la pícaro/a es un punk, un grunge, un ser totalmente contracultural, y si tiene que recurrir a las malas artes cada dos por tres, es porque la vida lo lleva hacia determinados extremos, no fáciles de digerir. Primero, es un hijo no deseado, un hijo abandonado, un huérfano criado por el primer mequetrefe que se cruza por el camino. Segundo, se lo juzga demasiado: desde una mente hedonista, desde una mente cargada de comodidades y prejuicios. Me harté de escuchar que “Lázaro medró en su honra por los bienes materiales”. Lázaro nunca tuvo tanta honra (como cualquiera de nosotros). Y eso viene a cuento de Silvio Astier, que difama al hombre que lo ayuda, y luego da un lindo discurso sobre la alegría de vivir, ¿vio? Como sea. Rimas sobre tarimas fue escrito en octubre de 2011, también con un poco de alegría. Yo diría, que con un rapto de liberación, de esos que no se empardan. Creo que quedó un buen trabajo, digno de una linda lectura. Una lectura de mente abierta, dispuesta a reír o emocionarse. Enero 2013.

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